HAY QUE AMAR LAS COSAS
PARA PODER CREAR
PARA PODER CREAR

Deseo tantas, tantas cosas. Deseo que mi padre mejore, que a mi hija se le vaya la contractura en la espalda, que mi amiga Pilar me llame y me diga que tiene su ordenador libre, sin esa persona que la acosa, y que esta escribiendo un libro nuevo, deseo que a mi madre le desaparezca el tumor de la cabeza, y el ojo se abra y se cierre y la boca vuelva a su sitio, y los dedos puedan moverse libremente buscando las letras que los hagan interminables. Y estoy harta de escribir con lagrimas caminos que nadie lee, que el mundo desoye intencionadamente, estoy cansada de los fantasmas que leen lo que escribo en mi ordenador para luego carcajearse, de que los amigos miren a otro lado, hasta el punto de que me tengo que esforzar por creer que son amigos, harta de que mis conversaciones telefónicas sean motivo de discusión y chance en algunos foros, chats...¿qué nombre tiene esto?. Estoy cansada de esta historia en la que nos han metido sin motivo conocido por mi. Mi vida esta llena de problemas, como la de miles de personas, y como miles de personas, buscamos cada día un nuevo punto de partida que nos haga caminar por un mundo de formas y relieves, donde se pueda presentir que hay un injerto nuevo y desconocido dispuesto a dar su fruto, buscamos transformar lo que tenemos para encontrarnos antes hechos nuevos, y cuando encontramos el punto de partida del día, dejamos que en nuestro interior se produzca lo que tenga que producirse; si es , por ejemplo, una palabra, deseamos abandonarnos en esa palabra hasta llegar a la profundidad del poema, o abandonarnos en la palabra para llegar a los cromatismos inéditos del cuadro o para saborear en la creación las armoniosas notas de la divina transparencia en la música, pero necesitamos encontrar cada día ese nuevo punto de partida que nos transforma. Que me impidan encontrarme cada día con mi punto de partida, es dejarme sin metáforas, sin palabras para nombrar por mi misma las cosas, eliminar lo semejante en mi representación del universo, es dejarme sin imágenes lo cual me lleva a sentirme aislada y sola. Yo entré hoy a esta página en blanco para contentarme con el descubrimiento en mi de la poesía, de un nuevo poema, entré con mis manos muy humildes que borran, suprimen, empiezan de nuevo y esa palabra que me buscaba hoy desde lo remoto haciéndome viva y presente, pero no me basta con explicar esta angustia, ni el deseo hoy me satisface, ni los sueños me traen hoy imágenes de alivio, porque este es un sueño real que dura y persiste y nadie oye, mientras yo me encuentro oscura y paralizada, como Dios.
Manuela Cámara, sábado 16 de mayo de 2009
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