alamodadomala
(el genio… o la explotación anónima
de otra escritora)
Abres aquí y lo primero que ocurre es que ya se ha instalado en ti un saber que sutura; y si ante la duda, que uno siempre se muestra más dudoso, y siendo como es ese saber un puro campo de expectativas, ahora resulta que todo lo que los demás han rebotado desde afuera lo tengo yo que rebotar desde adentro, escribir termina siendo algo así como tratar de amontonar cebada en un día de viento huracanado… ¡No!, huracanado no, eso será después o tal vez lo sea ahora frente a la duda que se amontona como trigo sin recoger pero añadiendo que uno se muestra más flexible y en posición de ceder, … para qué tantas explicaciones, me bastaría poder decir cómo es y lo que es sin considerar ningún lector ni a favor ni en contra porque el momento de escribir era uno distinto al de publicar hasta que al genio se le ocurrió que él tenía cualidades sobrenaturales para el uso de “las cosas”. Ignorar, lo que se dice ignorar, afirmo directamente que no es posible, que aunque fuera una avispa o un mosquito cruzándose continuamente en la pantalla, provocaría series de asociaciones inevitablemente, pero incluirlo en el texto como hace el sueño con los restos diurnos, eso lo estuve ejercitando durante muchos años. Los restos diurnos no son ni más ni menos que los soportes del afecto, así que no debería haber sido tan imposible de acordar que, entre lo que se muestra sin cara y sin voz y sin nombre y sin nada que me pudiera permitir ver una pared, no queda otra que interpretar “lo que se mueve” desde uno mismo. Después aquello tuvo historia, luego ya no eran meros objetos volando indefinibles sino que a las impresiones del jaleo del movimiento sin cara y sin voz, se le añadieron los relatos y las imaginarias asociaciones que a ellos venían incorporados, yo sólo trato de deformar la realidad, de deformarla hasta que caiga en el vacío y me deje actuar y aproximadamente eso es la metáfora, el rodeo que tengo que dar para llegar entonces a la metáfora es inconmensurable. No voy a caer ahora en el tan desdichado asunto de relatar lo que es, lo que fue ni será, nada de eso, estoy tratando únicamente de zafarme de lo que tal y cual, las reticencia se amontonan, yo hace ya mucho que no invento palabras, que me limito a limitarme más y más, tanto es así que se ha tomado por sistema irrefutable mi incapacidad para inventar, y al amparo de ello, se considera el genio mucho, pero que mucho más genial. Echarme a mí de todos y cada uno de los lugares en los que estoy es su mayor genialidad, dicho sea de antemano. Entre el chantaje y la extorsión pasando por la amenaza y el acto puro y duro sin consideraciones de índole alguna, anda la tal genialidad; tres o cinco paseos por Europa le han concedido hablar “veintitantas lenguas muertas” según confesaba el otro día… y tres reales además de algún que otro dialecto del que se ha declarado hijo naturalmente adoptivo. Seis años de chupar ordenador en secreto le han hecho administrar aquello de las identificaciones como todo un director de algún banco inagotablemente rico, el “alumno” atolondrado que comenzó este paseo justificándose citando a los copistas, ahora es ya toda una dama que te perdona la vida según le cante el mes, lo de mi nombre (pilarin) no le ha traído más que un par de nuevas lecturas de Lacan que por supuesto entiende, a veces, muy pocas veces, consigo distanciarme de aquí y verdaderamente lo que se ve es tétrico. A mí no es que me importe que haya más genios en el mundo, no señor, pero si para serlo me tienen a mi metida en una jaula irrespirable, empiezo a disentir de toda la verborrea de filósofos y actores pasando por escritores y músicos, científicos y etc o incluso poetas; la memoria, la memoria personal que está tan intrínsecamente ligada a la social, se ha ido de paseo pero tan lejos que nos hemos cambiado los nombres, las fechas, el DNI, él usa falda y yo pantalones, somos lo que se dice tan a la inversa que hasta nos parecemos del revés. El vulgo lo aclama, es decir: él se convierte en vulgo y provoca una saga de aclamaciones y falacias imposibles de determinar y de cuya procedencia viene a su íntimo yo a descargarle obscenamente con todo su amor. El otro día, no estoy de broma, directamente dijo que se llamaba Pilar García… me dije, -será una broma… y quise bromear, pero ¡no!, no era una broma sino otra renovada amenaza… así pude asociar puesto que es bien sabido que los mudos no hablan. Lógicamente está muy claro que presenciar que se usa el nombre de uno como si fuera el suyo es como poco una osadía sobre todo teniendo en cuenta que cuando se dirige a mí o me llamo pilarin o no me llamo o tal vez soy su vecino peor odiado e inestimablemente feo y por supuesto viejo. Tampoco esto es de broma, me suele enunciar como alguien masculino y me atribuye abusos de poder y tantas alevosías como para sentirse generoso perdonándome una y mil veces. Yo no me reconozco, estoy tan diferente, tan cambiada, que debería ser comprensible que ya no me recuerde.
Ahora vamos en serio porque este bruto con pizarra que se cree genio no ha dejado de señalar desde el comienzo y ya me hartó, claro que no me reconozco y que estoy cambiada, tu envidia es inconmensurable y tu zorrería muchísimo más. Anoche, cuando se me ocurrió pasar a verle (porque él siempre cree que todo lo que yo hago es por y para él) le encontré dando un discurso algo así como a doscientas millas por minuto… la gente babeaba ante tal despilfarro de datos y agilidad mental, yo, que me conozco la estepa de la que está gestado el lobo, comencé con pequeñas alteraciones de su orden y mientras se atinaba a escuchar que decía que alguien participara dije que eso era sólo pedantería pero el señor que pedía que hablaran lo ignoró tan por completo que al rato entró otro señor desconocido como siempre que llevaba un collar que decía: “te_llevo_como_un_sello_en_mi_corazón” y todo abierto de brazos me nombraba (por mi Nick)… me dije, -¡anda que no es zorro el genio… Nada especial lo que me dije, ya lo sé, yo ya no soy la misma desde que el energúmeno se decidió a engrandecer su visado cultural a fuerza de hacerme a mí todo el daño posible para que “decayera mi imagen ante él” como me había dicho (imprecado de forma fantasmática exacerbada y ruin) cuando leíamos aquí en mi ordenador FREDYDURKE (de WITOLD GOMBROWICZ) y eso es exactamente lo que está haciendo. Quizás ahora que no medí lo dije de un boleo… yo si tengo memoria, señor genio, y a mí lo que usted hace me parece una zorrería de tal calibre que es por la única razón por la que se parece a la realidad, porque patea, contrapatea y vuelve a repatear. Personalmente mantengo intactas mis nociones de ética en algún lugar en el que ansío como si fuera la vida misma poder acceder y eso es todo aproximadamente lo que me deja usted de herencia de su paso de buitre por mi ingenuo corazón y por mi antes no pateada inteligencia. Yo sigo escribe que te escribe en ese lugar aunque no brota porque me acosa con troyanos y con insultos miles, pero escribo. Y mientras tanto al genio le parece aprovechable estos tristísimos relatos que deberían haber tenido que impedir la pura y simple o compuesta pero ley… Usté no es insaciable, usté es un canibal. Usté maneja, manipula, engaña, habla con veinte nicks y dice veinte lenguas, usté es borracho con uno, ruin con otro, mezquino con cualquiera, dama dolida mientras tanto, adolescente seductora a la vez, estúpido cuando interesa captar adeptos que es siempre, insoportable cuando lee y parece que fuera a disparar, hipócrita cuando dice que ama, cínico mientras duerme y deja el avisador de que ya se conecta la vaca lechera, usté es la lacra de la cultura en miles de millas a la redonda en Internet, se lo aseguro, nadie puede saber de nada excepto de su sabiduría, ingenioso jamás porque su ingenio consistía en atribuirse una angelical edad de 20 años mientras a la par se vestía de renegado viejo decadente y hastiado de vivir y a mucho más que a todo eso, usté le dice genialidad.
Por último decir que estoy verdaderamente a cuadros y de ahí no he conseguido salir pero saldré, se lo aseguro, y no ha cambiado ni una mínima partícula el valor de la poesía, es más, se ha hecho muchísimo más necesaria para que energúmenos como usté no la atropellen a una.
Firmado: Pilar García Puerta (a quien no le bastó con haberle robado los libros, las ganas de casi todo y aquello doloro que conté en esos blogs que NI DE COÑÑA VOY A ABRIR (NO SE MOELSTE) sino que ahora se ensaña con poseer la llave del misterio e interpreta que lo que tiene enfrente y a lo que roba es otro libro más que se puede calzar de zapato y repartirlo a tiras por su “cuerpo de nácar”… sr. Nefricao… es usté de verdá un ejemplar sin precedentes, no se lo niego, nadie, jamás, habría llegado ni a la tercera parte para vestirse de “escritor”… Y ROMPE… Y ROMPE… Y ROMPE.
8 de abril de 2010
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