HOY
(AUNQUE NO ME HUBIERAN
SAQUEADO LA BOCA)
(AUNQUE NO ME HUBIERAN
SAQUEADO LA BOCA)
“Los hombres no ven y las mujeres no se muestran,
hay trabajo, sobre uno mismo, para todos.”
hay trabajo, sobre uno mismo, para todos.”
-psicoprofunda-
Esto no es una historia de amor ni siquiera la historia de la negación de una historia de amor, es siempre lo contrario de todo lo que se constituya.Tengo que retomar lo que se interrumpió hace cinco años, hay obstáculos que se han “asentado”; soy consciente, por ejemplo, de que las frases que escriba, aunque también las que diga e incluso las que pienso, producen efectos y que las que digo son efecto de una causa. Lo que quiero decir con lo de que “producen efectos” es que serán como las redes de un telar, recurriendo al ejemplo de Freud, en el sentido de que todas y cada una de las palabras evocan series enteras de asociaciones, que el silencio es también una manera de decir, o sea, que es imposible escapar al lenguaje. Puesto que esto es así, me ocupa y me pre-ocupa qué digo. Ante esto, para ocuparme, la mejor opción consiste en elegir qué leo; y cuando me pre-ocupo, no debo concederle la suficiente importancia como para quedarme paralizada ya que es esa, creo, la intención de la PREocupación… en este punto ya está sobrando dar más explicaciones… las redes de un telar significa que estamos avocados a decir y que elegir tirar de tal o de cual hilo es del orden de la contingencia, ya que de todas las maneras, el dibujo sobre la tela se va a mover. He encontrado un blog, psicoabisal, gracias al cual puedo ir abordando cómo contar “esta historia”. Hay montones de libros que no estoy pudiendo leer, me niego a hacerme ni un reproche más por ello, los zapatos no tienen que ser ni más grandes ni más pequeños, sino que el pie los pueda calzar…
…de otro modo, lo que ocurre podría no estar ocurriendo… dejo después a pie de página otro fragmento del blog al que me refiero ya que yo no lo hubiera sabido explicar, yo, de no haber estado tan opacada por los efectos del “flash”, habría usado metáforas como ya antes las usé, habría urgado en eso de los sentimientos. “Recipientes vacíos son los hechos”… ¡anda que no se han puesto impertinentes con que tenía que obviar, con que tenía que desfantasmear, que me tapara un ojo, que sí, que sí…!
Por tanto que para nada me interesa la verdad, la verdad es una realidad caída en gracia o en desgracia, que, como metáfora que es, tiene la posibilidad de presentar o de ocultar, no digo lo que no ocurrió, sino lo que en el mismo tiempo sucede en otro sitio, eso que Onetti llama “el alma de los hechos”, pecatas minutas para este mundo atribulado por los afanes de los premios, los reconocimientos, los codazos, el contumaz afán por repetir la historia y para encubrir el verdadero origen de la repetición, para negar y requetenegar que siempre hay un sujeto.
Francisco de Goya y Lucientes, "Devota Profesión"
Y como no me interesa en absoluto la verdad, me vengo a dar cuenta de que, yo, de todas formas hubiera gozado. Y, yo, que suelo preguntarme angustiada por qué ese trato, me contesto que por cualquier afecto, y que cuando se trata de traicionar al deseo, la envidia se expande como una constelación. *
Respecto al epígrafe de “HOY”, fíjate tú que manera tan esencial de derribar las adherencias; se me ocurre que de considerar dicha frase, podrían llegar a tener serios problemas los capitales erigidos sobre el espinonaje; se me ocurre que la belleza que yo encontré en La Cámara Lúcida, consiste en crear con la propia mirada (“Lo que vemos, no está en la foto”).
Y yendo un poco más allá con la primera frase, se trata de que “te pase a ti por mí”… que si proyecciones, que si identificaciones… para mí el descubrimiento consiste en la manera de decir regulada desde una ciencia que instaura una verdad: LA VERDAD DEL SUJETO como saber imprescindible para que haya mundo; no un mundo cualquiera ni el mundo de la realidad al que ya me he referido antes, sino un mundo posible. Mi frase elegida para “HOY” lo es (la elegida) porque me incluye, porque incluye las diferencias no solamente entre sexos, sino en cada singularidad. El que mira, mira (me mira) desde el lugar que le ofrece una ideología concreta y determinada, y lo que dice ver, no soy yo ni siquiera haciendo la suficiente usurpación ante mí misma de pretenderme una mujer. Usurpación sobre usurpación, lluvia sobre mojado, sin instrumentos para leer esta “situación” sólo acertaba a decir que, ésta, no es mi historia.
*"Cuando un hombre me trata como una mujer, suele ser para ganarme sin entrar en competencia, para denigrarme sacándome del lugar que ocupo socialmente, para anular las diferencias profesionales, laborales o académicas, por eso que un día decidí que cuando me trataran cortésmente, como si él fuera un caballero y yo una dama, no quedaría contabilizado como relación o como falta de otra relación, lo dejaría pasar como un transcurrir fuera del tiempo, como una producción histórica." psicoabisal
Pilar García Puerta 10 de mayo de 2009
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