.
.
HACER EL MAL Y PREDICAR EL BIEN
Lunes. Tampoco hoy ni mañana ni pasado. Ni sé cuándo terminará. Que esté ocurriendo como si no estuviera ocurriendo es lo que lo hace intolerable. Hacer el mal y predicar el bien convierte lo que ya era de por sí un acto perverso en algo mucho peor. Según los resultados, verdaderamente escribir no tiene ningún sentido. Y sé que no terminará a menos que consiga que un juez le quite la máscara. Los hechos que no se nombran no han ocurrido. Y nombrar este hecho quiere decir que haya ley donde ahora no la hay. Es el engrandecimiento de uno al precio de la destrucción de otro. La señal que acaba de enviar me ratifica que en breve tendré que abandonar este Word otra vez porque sigue siendo una violación. La destrucción de una escritura a favor de algo que no es escritura sino robo, estafa, violencia y falsedad.
Me repugnan esas señales, me cuesta cada vez más controlar la rabia, la indignación que es meterse en la vida ajena con los pretextos de tener el consentimiento público. Su engrandecimiento será imposible si yo desaparezco de este ordenador. Sé que de nada le servirán sus medallas porque es un puro artilugio lo que muestra al exterior. Se instaló aquí y ahora se cree que le pertenece. Sigue señalando porque no cree, en el fondo, en verdad no cree, que me repugne que lo haga. El llanto o el daño lo interpreta como deseo, en este monstruo todo parte de negaciones, absolutamente todo y esto también. La cuota de insatisfacción que obtiene es precisamente su propio deseo. Un acto infame que le deja en dimes y diretes ideológicos, no se ve quiere decir que no se verá lo que produce realmente la escritura, en su lugar hay horas y horas y más horas de desparrame en ese chat y unos cuantos blogs que a nadie le sirven más que para anonadar, la verdadera inteligencia requiere que no haya actos como este. Uno y otro son solamente una manera de decir, es una ideología la que está ganando. De hecho que haya señalado a uno por otro, lo ratifica.
Después de ayer y con la enorme desesperanza que me marché a dormir, despertar ha sido algo muy doloroso. Llegar aquí y saber que nada va a cambiar no tiene ya palabras. Es repugnante que siga leyendo mis palabras porque son ellas precisamente las que trata de derribar, sólo se ocupa de que a nadie más le pase, que nadie más pueda corroborar la clase de hipócrita que es. su enfermedad es una paranoia, es ese el motivo por el cual considera que si yo no triunfo él triunfará, no es ninguna casualidad que se dedique a cultivar sus relaciones con gente del Grupo Cero, en lugar de psicoanalizarse, ocupa mi lugar. Más tarde o más temprano le cazarán, el grado de crueldad y perversidad que arrastra, no lo podrá reprimir con esta clase de actos, pero de momento es su delirio que es posible sin trabajar y sin ninguna ley.
Se apoya en esos artículos (los que publica casajuntoalrio), pero lo que en los textos aparece como denuncia, él lo imita. Su conciencia está tranquila por la sencilla razón de que la verdadera culpa es inconsciente, por esto sé que mientras pueda seguir violando no entrará en ninguna crisis.
En mi taller había respeto por todos, de todos y entre todos, él lo destruyó y ahora nadie escribe más que él y en todas partes él y si lo hace, es en identificación a mí; de la escritura que no se ha producido nada se sabe, de la que sí, la tiene sumergida en aras de su brillantez. La gente a la que somete le tiene miedo, es muy grave lo que está haciendo, pero se pasa el día insultando y entre insulto e insulto hay otros de sus Nicks que leen o él mismo que pasa música y es así como diluye (o lo pretende) su responsabilidad en todo. Es aquí, donde presupone que podrá estar siempre, donde únicamente se confiesa. Y lo hace en la certeza de que nadie le pillará. (señal)¡CERDO!
Yo me pregunto si realmente a un cerdo así se le puede seguir publicando, si es ético que alguien cierre los ojos a lo que hace y le siga publicando. Ante cualquier posible respuesta, yo sólo tengo una objeción: ¿y si se lo hicieran, al que lo publica?
24 de mayo de2010
,
No hay comentarios:
Publicar un comentario