CONSTANTES
Una constante ha sido y sigue siendo no poder contar desde un lugar propio, los hechos y las ideas que se atropellan, se superponen, pierden continuamente nitidez en menos de lo que tardo en materializar una sóla de ellas y encima las señales. Creo que es debido a la desproporción de todo esto y mi persona, quizás sea cierto decir que entre esta característica y la otra de que “esto no tiene nada que ver conmigo” hay la misma intensidad y constancia. Supongo que trato de expresar “con palabras de este mundo” algo que no cabe en ellas. La poesía, la metáfora tienen la capacidad de utilizar el imaginario universal, yo diría que relatar esto… es justo todo lo contrario, es salirse de cualquier imaginario para “ser parte” de otro que justamente es impermeable a cualquier imaginario. Bueno, acaba de entrar una señal, podría no decir nada y después habría otra y otra y así ¿cuántos años más? Intentaré no obstante ignorar a esta persona y continuar con lo que quería decir…
Lo primero que iba a decir, porque esas dos características son una constante y tendré que decirlo de muchas otras maneras hasta que se le parezca… es que me parece, afirmo, que hay una tercera característica que no deja de producirme zozobra: cuando una persona está siendo agredida por otra, se pueden dar varias condiciones, muy diversas y con muy diferentes resultados, pero lo que aún no concibo ni acepto y me deja atónita es que a estas alturas tenga que seguir peleando por un derecho a la no agresión. Tener que defender el derecho a la vida y a tantas otras cosas que he contado en voz alta y a cualquiera que tuviera acceso a estos blogs (aparte de otros lugares) a base de peleas, a fuerza de desgastarme mucho más aún, es algo que creo es otra de las características sino la que más me está perjudicando, que ya es decir… he podido referirme a ello siempre en unas condiciones precarias, junto a las otras dos que refiero al principio de no poder ponerle palabras a algo que está completamente dado la vuelta respecto a los valores que se manejan en tantos sitios y también respecto al propio significado de las palabras. Aún sabiendo la diferencia entre significado y significante, aún así, todos nos acogemos a los significados como el código que es y a partir de ese acuerdo previo es posible la conversación. Pelear constantemente para convencer de que esto que desgraciadamente para mí y para nadie más está pasando, es algo que francamente no debería ser posible. El grado de seguridad que ha adquirido esta “persona” a partir de eso es el que está verdaderamente consiguiendo que no pueda dar un paso más. En cada señal no solamente se juega la intromisión en un imaginario ajeno que es con el que escribo, no se juega sólo las reacciones que después tiene según lo que considere que debería o no decir, no es solamente que aparte de leer vea y escuche y decida actuar… en cada señal se repite la pesadilla de que después, cuando digo lo que me pasa, resulta que la gente o no lo cree o cree lo que, según su propio imaginario e ideología les apetece creer… si en el primer blog puse con letras rojas (y, ¡puse tantas!) que estaba habiendo agresiones, no sé qué más tendría que explicar, no me cabe en la cabeza que monten un circo cada vez que lo insinúo, pero ahora ni siquiera yo digo, ya directamente el circo se monta sin que yo siquiera pueda decir con anterioridad nada… a partir de esto, ninguna palabra puede seguir siendo válida ni tampoco la poesía por la sencilla razón de que es contra el ejercicio de esta contra lo que este individuo está DISPARANDO. Y sigue señalando con la misma convicción de que ninguno de ustedes a los que se lo conté ni a los que tuvieron acceso a los blogs dirán nada de nada. Los pocos comentarios que hay en este blog van dirigidos a situaciones, recomendaciones completamente ilusorias que en absoluto recogen ni la milésima parte de la gravedad de lo que digo, y en varias ocasiones directamente es para defender a este “señor”… no es nada extraño que yo considere que es él mismo o alguno de sus “amigos”… pero como decía lo que me importa decir es, no nada que les convenza, sino que si alguien dice que está siendo agredido, y si dice que lleva años así, creo que deberían estar respondiendo de manera muy diferente…
Es algo así como tratar de convencer de que mi vida vale algo, es como si de la capacidad de retórica, memoria, frialdad, astucia, y mil cosas así, tuviera que depender mi vida. Todas las veces en ese chat, las agresiones consisten en el jurado popular que contempla como si fuera una pelea… hay cientos de capturas de pantalla en las que en cada humillación hay una “fiesta” girando en torno a mis palabras y la de éste… no es un ser valiente, para nada, todas las veces que he atinado a ser un poco astuta, todas, retrocede.
He borrado los enlaces de estos blogs que había puesto en los otros por otra curiosa razón: a nadie, absolutamente a nadie le daña escribir sobre esto más que a mí; yo diría que esa es la primera de las inversiones, la trampa más recalcitrante en la que se está apoyando esto. Hacerse la víctima cuando doy verdaderamente gritos para que se vaya, es mucho más de lo que cabe en cualquier combinación de palabras que se me ocurriesen. Los poemas hablan de todo lo opuesto a lo que ocurre aquí, absolutamente todos, su plan es excluirme de lo que es LA HUMANIDAD en todos los sentidos, mientras yo relato esto es habitual que aproveche el espacio “libre” para leer un poema o varios en los que lo que dice es todo lo contrario a lo que hace aquí. Y es así y de ninguna otra manera como es efectivo su plan y como yo, ni con escritura, ni con inteligencia, ni con paciencia, ni con denuncias, ni con que haya suficientes personas que me conocían de antes, sea capaz de solucionar un problema que, si no me estuviera costando tan caro, lo llamaría una solemne estupidez llevada al máximo. Es falso todo, absolutamente todo lo que dice, claro, ahora mismo vuelve a señalar, mi pregunta es ¿ante quién?... entiendo claramente, cada vez más claramente, que a mí, a otro al que le trata de decir cuál es su deseo y después se coloca en esa posición de decir que no lo hizo… sería estúpido si no llevara seis años haciéndolo, si aparte de esto no rompiera los instrumentos de trabajo que tengo, si cuando me ve no me faltara al respeto y si no hubiera toda la represión que está habiendo. Podría ser nimio si esto lo pudiese contar o hablar de ello sin que nadie, excepto él, se considerase con derecho a faltarme al respeto cada vez que él me falta al respeto. Se jacta en cada una de las señales de poder hacer lo que digo, de seguir haciéndolo y de saberlo y aún así continuar todas las veces ¿negándolo?... no, no hay tal negación, es un acto que se afirma una y mil veces en forma contraria, esa afirmación es una realidad, es una realidad que no puedo entrar a muchos sitios sin sufrir agresiones, que no puedo ¿qué tengo que explicar ahora?... estoy completamente segura de que, cualquier persona que tuviese seis años de señales, aunque sólo fueran las señales, llegaría a no poder seguir asumiendo un discurso ajeno. Además me acabo de dar cuenta en los dos últimos días (¡hasta qué punto me es imposible incluso ver con cierta objetividad!) que estuve los tres primeros años viendo las señales e incluyéndolas como lo que ayer llamé texto manifiesto, lo transformé en algo supeditado a mi deseo; pero lo que esos tres años era algo así como de tono muy molesto, se convirtió en violencia y ahí fue absolutamente imposible.
Siempre, hasta que la violencia fue completamente imposible de eludir, consideré que una persona que sabe que ha hecho (porque lo que uno hace vaya si lo sabe) muchas otras cosas y algunas contra mí, sería consciente de la clase de vida que había elegido, para bien o para mal; he contado varias veces que el primer contacto es del año 2000, que se fue… nadie lo persiguió, pero continúa haciendo como si la que se hubiera ido hubiera sido yo, como si su decisión la tuviese que pagar yo, las vueltas que le da a eso son incontables, pero durante mucho tiempo sus señales eran en ese sentido, y tan claras como ahora. Pero ahora “vive en Internet” y nada hay en la realidad que separe sus fantasías de MI REALIDAD, y lo digo así con letras grandes porque su empeño en convertirme en lo que él es capaz de tolerar, es algo que raya con la estupidez al mismo tiempo que con lo que estoy definiendo como violencia. Es así de simple, por eso mismo, así de fácil de desmentir cuando digo que HAY AGRESIONES. La pregunta más frecuente de la gente cuando digo que tengo los teléfonos y los ordenadores pinchados y que lee, ve y escucha, es: ¿y tú quién eres?... pues precisamente eso debería dar la medida de la locura que tiene. No me parece normal que tenga que pelear, hacer no sé cuantos blogs, sufrir además del acoso esta miseria para que la gente entienda que una agresión es una agresión, tanto si les cuadra como si no.
Su idea de la “bondad” es una especie de regateo en cuanto a los derechos ajenos, a mis derechos. ¿Mentir?, no existe la mentira, como digo esto es una completa verdad y deshacer los laberintos que monta es realmente una de las peores partes de en lo que consiste; aún no he encontrado un solo motivo que me haga entender cómo es que alguien que sufre tiene encima que justificarse ante nadie. … ver sus métodos es algo muy obsceno, mucho; la gente vive feliz cuando habla porque desconoce esa parte que todos, incluso en el sueño, o en el sueño como ejemplo para que se pudieran entender los mecanismos, nos aseguramos de ocultar. Ayer sobre estas horas entré a ese chat; los personajes van según las horas, es una especie de ritual al que le da más importancia que a la vida de otra persona, al menos a la mía, y estaba diciendo que “un amigo suyo que era un h de p le había contado que había tenido a la mujer metida en una habitación tres días sin darle ni siquiera agua”… bueno, aparte de que ya sé de antes que ese personaje es él, hace ya mucho que a mí me enseñaron que, tomando el ejemplo de los sueños, el tú o el fulano, son maneras de burlar la censura; en un sueño, eso sería algo completamente normal, pero no cuando previamente informas a alguien de cuál es la máscara, es de ese modo como la mayoría de las veces consigue provocar situaciones (aunque otras es escandalosamente bestia, como en las capturas de pantalla de hace dos días) que los demás no entienden. En esas capturas (¡y hubo tantos días así!) una de las cosas que dice es algo relativo a mi hijo… no lo repito porque para mí son cosas dolorosas, no creo que se le pueda pedir a nadie que sea inmune a todo, la pregunta normal hubiera debido ser ¿y cómo sabe alguien que dice ser un desconocido del hijo de esta mujer?... pero está todo tan absolutamente pervertido que… esta es mi situación.
10 de febrero de 2010
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