
Ayer me senté ante el ordenador, abrí el bloc de notas para escribir algo, la página en blanco era un desierto que pedía un nombre, al menos un punto, empezar me pedía una palabra, la frase está deseosa de cuerpo, pero yo no abrí el bloc de notas para confeccionar un escrito sino porque tenia dentro de mi un algo, una nostalgia tal vez, de un nombre falso, de un personaje fingido, de alguien que bajo la mentira, paso por mi vida y despertó una huella profunda de esas que no son arbitrarias y que nos constituyen a todos.
Busqué su imagen perdida por mis discos duros, y la agrande hasta el tamaño completo de la ventana, necesitaba acariciar su pelo, sus ojos, el contorno de sus labios malditos, mis manos solo tocaron una pantalla fría, es verdad, pero el gesto era intentar su pelo cansado, hacer mía la forma de su nariz, bordear el camino lento por el precipicio de su mandíbula, mis dedos necesitaban acercarse y me acerque como supe, como pude, de forma parecida a lo que lo sentía.
Tenia que haberme acordado, que hay gestos que yo no me puedo permitir, aunque yo debo permitirme lo que le permito a cualquiera; en ese momento, él, que no me habla nunca, que nada tiene que ver conmigo, que nada tiene que decirme, me saludo, el colmo del cinismo.
A estas alturas ya no existe la casualidad. A estas alturas donde se esta al tanto de como escuchar las conversaciones de un teléfono, de ver lo que yo estoy haciendo en un ordenador, ya tristemente la casualidad no existe. Porque yo hubiera preferido enamorarme de lo que el mundo me ofrece como verdad, sin que jamás la verdad que produjo eso pueda volver a tocarme.
Qué pena que no se enteren, que mis sentimientos es algo que ya estaba en mi, mucho antes de toparme desgraciadamente con ellos, y seguirán estando en mi, y nada tiene que ver con ellos, ellos se dedican a otras cosas.
¿Texto literario?. Poética es mi necesidad, mi hambre, mis sueños. Poético es el tacón de mis zapatos, la taza del café y el árbol que roza la baranda de mi balcón. Poética necesito que sea, este modo de ver la desconstrucción ruinosa que algunos pretenden del ser humano, las palabras no se persiguen, eres tú quien no tenias jamás que haber tocado lugares que no te corresponde, y hablo de los lugares de la amistad, hablo de los lugares de la escritura, de los lugares del amor, no solo del ordenador, el teléfono y de como son los geranios de mis ventanas que crecen salvajes bajo el cielo de Jaén.
Y TODO ¿PORQUE NO PUEDES ESCRIBIR?
Será porque has decidido hacer esto en lugar de escribir. Yo cada día sigo buscando la poesía, no persiguiendo a las personas que escriben, todavía hay una sutil diferencia entre ambas cosas ¿capisci?
Manuela Cámara
No hay comentarios:
Publicar un comentario